Lo real maravilloso y lo maravillosamente real en los cuentos del ‘Ojo del hechizo’

Por Bartolo García Molina

Confieso que siempre he sentido fascinación por  los títulos. Con el tiempo, he descubierto su poder de sugestión y de orientación, tanto en el proceso de escritura como de lectura. El título de un texto es un organizador del contenido textual, un indicio de lo que el lector encontrará, un garante de la coherencia global y una provocación para los lectores. El título es el primer indicador de la creatividad del lector. En el caso que nos ocupa, el título del libro (que es el mismo del cuento principal) y de muchos cuentos es el primer indicio para el lector de que lo espera un mundo de maravillas. En este caso, maravillas que son tenidas por reales para los núcleos humanos que se recrean en estos cuentos.Luesmil Castor

Por todo lo anterior, quiero hacer una aproximación semiótica a los cuentos de Luesmil Castor ponderando en primer término su vinculación con lo real maravilloso. En este estudio, tiene un rol privilegiado el título que agrupa todos los cuentos. El que privilegie  el título, no quiere decir que no abarque  en mi enfoque los veintisiete (27) cuentos que lo componen; al contrario, debe suponerse que no se puede estudiar el título de un libro si no se toma en cuenta su contenido global.

Decidí prestar especial atención al título del libro, después  de comprobar que todos los cuentos están permeados por lo real maravilloso; que algunos cuentos tienen elementos del realismo mágico; y que los sustantivos ojohechizo son núcleos sémicos clave de esa realidad maravillosa en la que se sumergen y emergen los personajes que entretejen cada historia que se narra en el libro. De hecho, El ojo del hechizo pudo ser el título del libro, sin ningún subtítulo. Los subtítulos de los libros de cuentos, normalmente son agregados para justificar la existencia de otros cuentos; o para darle coherencia global al libro. En este caso, los sustantivos ojohechizo garantizan una visión global de libro.

A pesar de que  presto mucha atención al título del libro y de los cuentos que lo componen, este no es un estudio  onomástico, aunque muy bien se puede enfocar desde esa vertiente. Primero quiero demostrar que lo real maravilloso permea todo el universo semiótico de los cuentos y luego examinaré la función del título como garante de la coherencia global del libro y como signo de lo real maravilloso.

Presencia de lo real maravilloso

Todos los cuentos evocan situaciones de nuestra realidad maravillosa, que es el mundo de creencias y representaciones del pueblo dominicano. Es un universo poblado, de supersticiones (La envidia, Le pagaron con la misma moneda, El ojo del hechizo, etc.), de misterios (No solo por la boca muere el pez, El ventarrón que estremeció a Yumará, La única herencia, etc.),  de fatalidad (Extraña muerte, La tragedia, Cuando la vida te cambia de repente, etc.), de mitos ( Martes 13, Un extraño indio nos visita, Un alma que  deambula, etc.),  de pesadillas ( El encierro, Cuando la vida te cambia de repente, La casa embrujada, etc.) y de encarnaciones (Cuerpo en cuerpo, La venganza común, La única herencia, etc.). En esos y en todos los cuentos, el narrador crea un universo real maravilloso con elementos del realismo mágico, en el que las creencias religiosas se entrecruzan y se solapan con las supersticiones.

Los actantes de los cuentos también remiten a lo real maravilloso. Así encontramosgatos (La riqueza de don Pepe y  El encierro);bacá (La riqueza de don Pepe, El ventarrón…);  galipotes (El ventarrón que entró a Yumará y La única herencia); brujos y brujas (La venganza común y Cien años después);  loases (Un extraño indio de visita) y baquiní (La venganza común).  Además, el ambiente o universo está poblado por  curanderas, aparecidos y  posesos en casi todos los cuentos.

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